Las nuevas tecnologías mejoran la eficiencia del sistema sanitario

Cada vez vivimos más años y quien llega a edades avanzadas lo hace con mejores condiciones. Tenemos una población que, a menudo, sufre enfermedades crónicas y que demanda una atención médica constante. La investigación desarrolla nuevos avances en tecnología de la salud. Aplicaciones que hacen un seguimiento de nuestra dieta, que nos recuerdan si hemos hecho o no ejercicio… Las innovaciones tecnológicas pueden mejorar la atención de los pacientes y ayudar a evitar el colapso del sistema sanitario.

Nuestra salud depende de varios factores. El 15% es genético, otro 15% depende de dónde vives, de qué posibilidades tienes, y el 70% restante depende de uno mismo, de la prevención y de la autogestión que hagas. Hay que adaptar el sistema sanitario a los nuevos retos que tendrá que afrontar, como el envejecimiento de la población y la cronificación de muchas enfermedades. Pero no podemos empezar la casa por el tejado. Primero hace falta analizar el escenario y a posteriori estudiar cómo nos pueden ayudar las nuevas tecnologías. Por ejemplo, según varios estudios, el 60% de personas que padecen enfermedades crónicas no siguen las pautas de medicación, por varios factores. ¿La tecnolo-gía puede motivar a este paciente a mejorarlo?

Algunos sectores son reticentes pero tienen que ver las innovaciones como una ayuda y no como una amenaza. Joan Cornet cree que ante la duda de sí la digitalización puede hacer perder humanidad a la atención, “al contrario. Si se aplica bien, los profesionales tendrán que hacer menos gestiones rutinarias y se podrán dedicar más a atender mejor a los pacientes”.

Hace falta repensar el sistema de nuevo y llegar al punto donde podamos integrar todas las atenciones que necesitamos como pacientes y como ciudadanos. Conseguir tener una mejor experiencia humana aunque el vehículo sea la nueva tecnología. Reducir el tiempo de espera sería una buena experiencia. Un paciente crónico puede recibir atención sin moverse de casa de una manera continua, más intensiva que si tuviera que ir a visitas cara a cara con su médico”. Estas son algunas de las virtudes de la aplicación de las nuevas tecnologías.

Para conseguir esta nueva educación con respecto a nuestra salud hacen falta mucha información y pedagogía entre la población y mucha formación entre los profesionales. Por una parte, alguien puede pensar que las personas mayores no serán capaces de adaptarse a los cambios, pero Gemma Estrada afirma que “no podemos subestimar a nuestros abuelos. Muchos se han adaptado a la receta electrónica, otros son usuarios de la teleasistencia, muchos reciben recordatorios de visita vía SMS. La edad no es una barrera para interactuar con la tecnología”.

Published On: junio 24th, 2020 / Categories: Sin categoría /